jueves, 22 de abril de 2010

Un año y 4 días

Los laberintos de la vida aún siguen siendo indesifrables para mi, la pasión desmedida que brotaba, compulsivamente, de mi ser llenando es blog de inumerables manifestaciones de dolor, pasión, amor, desconsuelo, ideas e ideologías; un día derrepente, me abandonaron. Mala costumbre, deja vu persistente en las cosas que amo, que tienden a resbalarse de mis dedos, tranquilos no voy a caer en el lugar común de decir "como arena".
Mi capacidad de escribir se vio cohibida y mas tarde descubrí, que ella era un refuigio, donde me atrincheraba con mis dolores y resistencias al sistema, pero, como nací y me crié en el, me conoce mejor que yo. No tardo mucho en descubrir una forma de alejarme de mis palabras...Me brindo el bien más valioso del mundo, aquel por el cual hasta el más ávido comunista es capaz de matar si se lo quita, inexpropiable, irrompible, irrepartible...fundamento principal de mi egoísmo mas viceral....en palabras mas apropiadas...Me enamoré.
El amor es el elemto por el que ninguno dudamos en renunaciar a todo, y por el cual nos creemos capaces de cualquier cosa. Por eso mismo no era capaz de traducirlo en palabras, no quería compratir esto con nadie, es mio, como un niño que anhela su jugete preferido
Al mismo tiempo y tan sigilosamente que no advertí, me convertí en un engranaje más del sistema...en que momento la máquina me trago como a chaplin??...es la vertiginosidad del ritmo que se hace "habitus", que nos vuelve autocontrolados, no hay tiempo para expresarse, no se puede ser bohemio y cumplir horario, ser militante y generar plusvalía...esa paradójica treta es la más efectiva...en la que sucumbimos volviéndonos quejosos funcionales .
Pero volviendo a la cuestión del amor, vale advertir que no es un jugete, y en todo en lo que estamos en interacción constante y dependiente con otro ser humano inevitablemente nos afecta, nos cambia, nos influye...me volvió humana...me recordó capaz de expresar las cosas más fuertes que mi ser alojaba, los pensamientos, las utopías, la belleza, la poesía, que en la distancia parecían haberle pertenecido a otra persona, no a esta que corre tras horarios como la mula de turno intentando cumplir, por el sagrado valor de la "responsabilidad". Ese amor al que tanto me aferre, me enseño a retroceder para volar más alto, un año aprendiendo de su grandeza, de su inteligencia, de su compromiso, me devolvieron el sentimiento de saber que puedo llegar más lejos, que nunca se bajan los brazos, y que las cadenas que uno ata a las agujas del reloj uno mismo las puedo soltar.
Por eso, un año y 4 días después de la última vez que entre aquí a escribir algunas palabras, me encuentro otra vez frente a esta máquina deseosa de entegarme a ella, y que mis manos me dicten lo que son capaces de decirle al mundo en mi nombre, yo estoy dispuesta a compratir con ellas otra ves. Mis niñas consentidas que deje olvidadas sucumbida a los instintos alienantes de la rutina.
Por vos me fui, por vos volví, para recrearme, una vez más a mi misma...Qué es la vida sino el constante renacer del uno mismo!

1 comentario:

Pablo_snm~El necio dijo...

¡Hermoso!
Dos comentarios (y enumerados como sé que te gusta tanto... jeje):
1-¿De que valdría ser bohemio si no existiera la obligación de cumplir horarios? ¿Con qué objeto convendría ser militante -sé de qué hablás cuando hablás- sino se nos estaría expropiando asquerosamente la plusvalía que generamos? Quizá haya que ronovar la alegría de saberse alguito conciente y no sufrir su desconsuelo. Ya hablamos de esto, desconfío de los resultados de una militancia sombría, prefiero la lucha con la risa como escudo.
2-Sobre el amor estamos mucho más cerca en nuestras posiciones. Tantas veces me has escuchado decir que uno ama porque el otro nos hace mejores. Lo has dicho bellamente. Sin embargo, como podrías imaginar, es en estas cuentas del texto donde menos puedo explayarme. Ya llegarán los días en los que temas como este me merezcan menores bacilaciones.
¡Besos! ¡Te quiero mucho!