jueves, 27 de noviembre de 2008

Morada


Abrió los ojos, el aire corría por su garganta como un huracán que daba vida a su paso. A medida que ese aire penetraba en sus pulmones, estos se engrandecían orgullosos de ser el fundamento de una vida; y ella sentía nuevamente su pecho, sus huesos, su carne, su piel. Hacia mucho que no sentía tan sanamente la vida correr por sobre ella.

Delante de sus ojos no tenia la realidad material del mundo que todos contemplamos al mirar, sino que cual si estuviera en una dimensión paralela, veía atravesar diferentes escenas: primero vio a una niña, que absolutamente independiente aspiraba ser una profesional; luego a una adolescente, que soñaba con ser artista; luego a una joven, que utopiazaba cambiar el mundo...y luego miro un espejo, no vio nada, solo vacío, morado vacío, doloroso e hinchado vacío...

Enderezo la cabeza y vio una bestia , demoníaca, aterradora como ninguna, en su versión más dantesca la asechaba; ella miro hacia todos lados, pero no encontró escape alguno. En cambio, las paredes de la habitación parecían acercársele, acorralándola. No le quedaba salida. La bestia se acerco, la olfateo y el hedor de su miedo le desato sus mas depravados instintos. La devoro sin piedad, mientras ella buscaba en esa extraña criatura, que no era hombre que no era animal, buscaba, inútilmente en sus ojos, algo que le hiciera sentir que eso que la atacaba era capaz de parar, buscaba un alma. Pero en esos profundos y lacerantes ojos negros no hallo mas que locura en su estado mas puro y diabólico, nada cuerdo había en esa mirada. Detrás de esos ojos solo se alojaban el odio y la muerte.

De repente ella dejo de ser. Y entro a un mundo que no conocía, infernal, donde no existía más que como un espectro. En esa condición le era imposible sentir, creer en la vida se había vuelto un vano recuerdo de alguna vieja costumbre del pasado, crear se había convertido en una absurda utopía. En sus días, las horas, transcurrían con la pesadumbre con la que los caracoles se traslada por los jardines: imperceptibles, eternas, y siempre huyendo a algún refugio que los ampare de la mano inquisidora del hombre.

Condenada en cada segundo que pasaba, el paisaje del que una vez ella había estado tan enamorada, que había sido tantas veces su musa creadora, simplemente se desdibujaba a su alrededor. Cual si fuera un cuadro que recién plasmado sobre el lienzo por un apasionado artista, fuera presa de una despiadada lluvia que con su latigantes gotas desgarraban el óleo de ese soporte de sueños y pasiones, deshaciéndolo, derritiendo su esencia. A su alrededor todo desaparecía, sin desparecer por completo. Moría sin nunca llegar a fallecer. Era un entorno que agonizaba ante su indiferencia. En esa confusión solo se reconocía por el dolor que sentía , solo eso era real, ni siquiera ella lo era. Solo podía ser a través de ese dolor, ella ya no existía, se había convertido en su dolor.
De repente todo se hizo negro... cual si fueran persianas la penumbra se fue desplazando, y la claridad se hizo de nuevo. El aire escapaba de su boca, y a su paso ella sentía nuevamente su pecho, sus huesos, su carne y su piel. Supo que estaba y que existía, y al ver en esa claridad se percato que aún se encontraba en frente al espejo. En él su reflejo, más esplendoroso que nunca, deleitaba en todo su ser. Ya no tenia que cubrir la morada y avergonzada piel, ya no tenía que huir, ya no tenia que temer, ya la vida había vuelto a ser suya. La bestia hacia mucho había sido derrotada, y su recuerdo ya no la atormentaba, solo le recordaba cuan valioso era cada uno de sus suspiros.

30 de Noviembre semana internacional de la lucha contra la violencia de Género.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Mentime que me gusta


La honestidad en la actualidad esta sobrevalorada. Con la excusa de “soy honesto” se dicen terribles aberraciones, me a atrevería a decir, incluso, que hoy día la agresión verbal ha mutado y ahora se llama sinceridad.
Las peores cosas han sido dichas y justificadas con un “¿preferís que te mienta?”, ante lo que cualquiera de nosotros dice NO, quién en su sano juicio elige una mentira, no es políticamente correcto. Con este mismo fin son utilizadas frases de la talla de “bueno, pero por lo menos soy sincera”, o la vieja y siempre utilizada “la verdad duele”.
Yo me pregunto: De qué ignorante soberbia pecan aquellos que se creen abanderados de la verdad. ¿Quién es capaz de definir que es verdad o mentira en este mundo? O aún peor ¿Quién es capaz de definir que discurso humano es verdadero o falso?
Como Profesora de Historia en determinado momento de la carrera me encontré ante la crisis de descubrir que la historia del mundo son solo discursos, los que no suelen dar cabida a las personas comunes y corrientes ( por los general de menos recursos económicos y sociales), cuyas vidas son anuladas en la línea progresista de la historia. Y en presencia de tal comprobación de lo obsoleta que puede llegar a ser la famosa “verdad” me pregunto:

¿Honestidad respecto de que verdad?

Por consiguiente creo que no es valerosa ni mucho menos valorable la “honestidad”; por el contrario esta canalla concepción de la vida no hace más que ocultar las cobardes inseguridades de las personas, y los más terribles efectos que de ellas se desprenden, escondidas tras verdades preconcebidas como absolutas.
Parada en la inestabilidad de lo endeble de la realidad, de la verdad, de todo lo sólido desvaneciéndose en el aire (como diría Marx), yo prefiero la mentira. Las historias de Baudelaire, los cuentos de Poe, los libros de Wilde, los escritos de Borges, entre tantos miles de otros, no eran en su mayoría verídicos…. Los sueños, los anhelos, la imaginación, no son “verdad” (desde el concepto del que aquí se trata).
Yo elijo que me mientan… Siempre lo voy a elegir, la mentira no tiene estructura de realidad comprobable que la limite, porque no importa comprobarla en tanto que es concebida como mentira esta libre del escrutinio empírico o probable. Puede ser cuanto quiera ser. Puede convertirse en sublime .O, y al mismo tiempo, ser la manifestación mas cruel posible…pero aún así en este caso no es determinante, porque es reversible, moldeable, mutable, no hay nada que la contenga y la esclavice una forma determinada y a sus efectos . Desde el momento en que se emiten dejan de pertenecer a su creador y es capaz de ser transformada por cualquiera.
Por eso no hay nada más peligroso que mentiras vestidas con armaduras de verdad, son la fiel encarnación de los poderes destructores de la propiedad privada (en este caso de la propiedad privada de la mentira) en las relaciones sociales. La privatización de la mentira, la convierte en “verdad”, esa verdad de la que el honesto se jacta. Cuando oímos frases como “es verdad” en realidad oímos “es mi mentira”, pero la propiedad no permite que nadie mas que su dueño acceda a ella, adjudicándole el mote de verdad, o mejor dicho, “No pasar, propiedad privada”.
La mentira asumida, reconocida, consumida y aceptada como tal no puede ser poseída ya que esta a disposición de quien se le antoje creerla, cambiarla o destruirla, nada evita que lo haga, porque no condena a una sola visión posible de quién la emite y a quien la recibe, sino que da lugar al cambio… a la constante metamorfosis