lunes, 2 de marzo de 2009

Algo...


El glamour virginal de su prostituida piel deslumbró sus ojos color miel, pequeño cajón de ternura que pudo volver bella la basura, ansiado por tantas mujeres se ofreció a quien mas temor le tiene.
Miradas extrañas y risas inapropiadas asediaban a estos dos fundamentalistas del sexo de ocasión. En ese cuarto de espejos, purgatorio de payasos con pasta de campeón, su desnudes le daba a la penumbra resplandor, y lo encandilo. Perfecto placebo profesional capaza de saciar la sed de desamor, ella sus servicios le brindo…
Acosados por intrigas y misterios de identidades escondidas, sus manos lentamente se descubrían, entre fetiches y pasiones desmedidas, su dura corteza se desgajo, tan suave la desarmo que ella apenas si se percato.
Entonces la beso.
De las múltiples penetraciones que le ofreció, la de su alma no era un opción, pero él no pregunto, y entro…
Los espejos temblaban de desconcierto, las risas no eran parte del juego. Siempre testigos inoportunos de ausentes secretos, siempre alimentando la lujuria de simples cuerpos, esta vez no supieron como reflejar sus sentimientos. Negligentes no lograron ser los protagonistas y en una inmolación suicida se desintegraron a su alrededor. Pero a estas soledades encontradas ni siquiera las inmuto.
Entre risas y caricias, los trazos que los hacían dos, abdicaron y ya no exisistio “tu y yo”… en ese confuso ímpetu de sudores desorientados, perdidos en cuerpos extraños y de dulzores agridulces tan exquisitos como suciamente adictivos, sus miradas conformaron un lazo tan inquebrantable como inquisitivo.
Caótica la escena se volvió cuando el temor injurias en sus oídos suspiro. De cada arruga de las sabanas un fantasma brotaba, paridos por el dolor del desamor, intentaron atentar contra su espejismo de reinante imaginación…pero en el lugar donde estaban ni el pasado los alcanzaba, y lentamente ese oasis fue más real que el mismo desierto que ellos creían verdad.
Acurrucada en su dragón, esta mariposa nocturna, ansiante de pasión, y ansiada por todo adiós…, ahogada murió, asesinando de inanición a su dolor…
Pero tan solo una caricia él necesito, para ver a su mariposa renacer, como un sol en todo su esplendor... Naciente ser hecho de dulzura y amor, frente a sus ojos color miel por primera vez se desnudo y sin alas voló.

5 comentarios:

Pablo_snm~El necio dijo...

¡¡¡ I M P R E S I O N A N T E !!!
Hermoso, caliente, poético, bien escrito...
Vos, ni por asomo, sos consciente de lo tremendo que escribís.
Te quería mucho antes de que escribieras así, pero dejame quererte más ahora. Es como cuando quise más a Wilde después de leer EL Retrato...
Besos!!

Daniela Lucena y Gisela Laboureau dijo...

coincido con Pablo, es excelente!

Milton Castro dijo...

Muy Bueno. Por cosas como esta te concedo el premio al Blog de Oro pasate por mi blog para verlo.

Casiopea dijo...

Pablo: sos un E X G E R A D O!!!!!!, ademas me queres no podes ser objetivo, jeje igual gracias por leerme siempre, no me acuerdo que escritor dijo"leeanme no me dejen morir"...

Morkelik: un elogio tuyo siempre vale doble, por eso ...gracias gracias.

Klipton: un premio!!!! hiupiiiiiiiiiiiii ( no se por que se me dio q se escribia con h, jeje)gracias

Melibea dijo...

¡Hola! ¿Cómo estás? Bueno, ya veo que tu inspiración te lleva a terrenos bastante estimulantes (jeje). Me alegra. Me has animado esta mañana somnolienta. Un beso